Finalista del Alberto Magno

Se dio a conocer el fallo del jurado del Certamen Alberto Magno 2011 y resulté uno de los dos finalistas con mi relato Las Invasiones Concéntricas, un cuento largo (15000 palabras) que habla de realidad virtual, de programación por nodos y de invasiones, entre otras cosas, y hasta tiene tiempo de plantearse cuestiones como la superpoblación, la enajenación a causa de la tecnología y el crecimiento de la pobreza en los suburbios de las grandes metrópolis.

La Facultad de Ciencia y Tecnología (ZTF-FCT) de la UPV/EHU anunció durante la ceremonia Alberto Magno 2011, celebrada ayer, el fallo del XXIII certamen literario Alberto Magno de Ciencia Ficción, cuyo primer Premio otorgado por mayoría correspondió a Sara Sacristán, una joven promesa que finalmente se impuso con su relato "El jardín de infancia" a otros autores consagrados del género.

Junto a esta nueva voz del sector, se entregaron el Segundo Premio y el Premio UPV/EHU a dos autores reconocidos en narrativa fantástica y de ciencia-ficción, José Antonio Cotrina y Santiago García Albás, que se han alzado con anterioridad con el Alberto Magno de Ciencia Ficción, un premio que arrancó en 1989 y que es el decano del género en el Estado.
El Segundo Premio, dotado con una cuantía de 1.500 euros, ha sido para el escritor José Antonio Cotrina (Vitoria-Gasteiz), por el relato "Erial", mientras que el Premio UPV/EHU, con la misma dotación económica ha correspondido al también vitoriano, aunque de origen oscense, Santiago García Albás, por la obra "Dioramas"

El Jurado del Premio, compuesto por profesores e investigadores de diferentes áreas de la Facultad de Ciencia y Tecnología y de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación han declarado finalistas los relatos "División Seis: Príncipes de Hielo", cuya autora es Marisa Villalón (Bilbao) y "Las invasiones concéntricas", obra de Claudio Alejandro Amodeo (Buenos Aires, Argentina).

Y ahí estoy, mezclado entre escritores reconocidos y jóvenes promesas. Estoy muy contento por lo conseguido y porque siempre tuve ganas de participar en el Alberto Magno. Ahora habrá que esperar por si lo publican en algún volumen de la universidad o ver si lo envío a revistas especializadas.

Y a seguir trabajando, por supuesto. Sin esfuerzo no se logra nada...